Reciclando neumáticos fuera de uso para hacer carreteras eficientes
Una tecnología innovadora de gran impacto medioambiental consiste en aprovechar los neumáticos fuera de uso (NFU) para producir un asfalto de buena calidad para las carreteras.
Esta solución innovadora, de hecho, presenta ventajas de gran interés porque permite:
Deshacerse de un residuo contaminante como son los neumáticos que abundan en todos los países, limpiando los espacios de los territorios adonde son abandonados y desalentando las prácticas para su eliminación que dañan el entorno y la salud humana.
Producir un asfalto mejor que el convencional porque el agregado de neumáticos al pavimento puede hasta duplicar la vida útil de la vía.
Debido a que el caucho le confiere propiedades de elasticidad ante las variaciones de temperatura, resistiendo a las deformaciones y las fisuras. También este asfalto reduce el ruido de los vehículos que transitan por la vía y reduce en gran medida el espacio de frenado de los coches.
Crear una cadena productiva verde para la gestión del proceso de reciclaje de un desecho dañino aprovechándolo como material para un nuevo producto de alta utilidad. En todos los países se generan anualmente millones de neumáticos usados de automóviles, camiones, buses, tractores, motos y bicicletas, que requieren una atenta gestión para ser almacenados, eliminados o reciclados. Las llantas desechadas por haber cumplido con su ciclo de vida, y que demoran más de 100 años en degradarse, son a menudo enterradas, almacenadas o destruidas por incineración, generando peligros para el medio ambiente y para la salud humana.
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En muchos casos se abandonan libremente en el territorio y para su eliminación se utilizan prácticas de quema que emiten gases nocivos para el entorno y la salud.
Almacenamiento en vertederos
El almacenamiento en vertederos reciclando de neumáticos fuera de uso (NFU) para hacer carreteras eficientes favorece a menudo la proliferación de roedores e insectos, sobre todo mosquitos que transmiten dengue, malaria fiebre amarilla y otras enfermedades.
La gravedad de los efectos nocivos de las prácticas descontroladas de gestión de las llantas está orientando a la mayoría de los países a implementar leyes e iniciativas específicas para su gestión.
En este marco, es evidente la gran ventaja de mirar a los neumáticos utilizados como un recurso abundante y distribuido en los territorios, que puede ser valorizado generando un nuevo material de primera utilidad para asfaltar las carreteras.
Proceso productivo y sus etapas
El proceso productivo contempla una serie de etapas:
– Recolectar y transportar los neumáticos a las plantas de tratamiento
– Separar la goma de las partes metálicas de los neumáticos
– Triturar la goma hasta reducirla en partículas no mayores de un milímetro
– Añadir el polvo de caucho al betún y a los áridos (arena y piedras)
– Aprovechar este nuevo material en la construcción de las carreteras rurales y urbana.
Este proceso productivo puede ser asegurado en su totalidad por una empresa especializada o también por una cadena productiva de empresas asociadas, creando empleo e ingreso en los territorios. Se estima que se necesitan 1300 neumáticos para un kilómetro de carretera, aún que este dato dependa de la tecnología adoptada y del contexto.
La dimensión de la actividad productiva tendrá obviamente que se adecuada a la cantidad de neumáticos acumulada en el tiempo en cada país y contexto, que pueden ser reciclados, y a la cantidad anual de los neumáticos desechados.